CRÍTICAS Y ENSAYOS SOBRE MI TRABAJO
El Enigma del Arte-Espacio Interceptado y Geometrizado de Abdías
(escrito para la exposición Enigmas, Convento de los Dominicos, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2000)
Dra. Beatriz M. Santiago Ibarra
Escritora
Curadora exposición Enigmas
Coordinadora General Bienal de San Juan, 2000
Instituto de Cultura Puertorriqueña
Aunque admiré y admiro lo enigmático, lo esotérico, aún más lo hermético, Abdías Méndez Robles, es un artista puertorriqueño que nace y crece en una Isla Caribeña y que por condición de ser caribeño su disciplina en relación a la calcotécnica se elabora en la filosofía del color isleño, de líneas que trazan el ciclo nuestro, consistentemente teorizando, primero, y luego plasmando la manifestación de las esplendorosas cualidades latentes en todos los objetos y sujetos que pueden percibirse en su integridad. En esa armonía límpida y en ese splendor es en donde va construyendo, la armadura de una expresión enigmática que encubre secretos muy dificiles, pero verídicos, del hombre y de las cosas que le rodean. Las interrogantes que se desprenden de esa simbología, que vamos desentrañando poco a poco, ser paradigmas de lo que los hombres y mujeres nos preguntamos a diario. ¿ Qué sucede en la mente de la gente ? ¿Qué es todo ésto llamado existencia, y si la verdad fuera otra? No es fácil su lenguaje plástico al ojo (lo ocular humano) porque lo que son los personajes, tipo “round characters” de la literatura inglesa, y no los “flat character”, es lo que son estos sentidos a su lenguaje, su impresión pictórica en general es lenguaje de conciencia y de inconsciencia, basado en una gramática transcendental que va más allá de lo espiritual, pero se va uniendo hasta formar una estructura de contactos donde la acción y el movimiento que producé las imágenes tipo trapezoidal, calculadas por Méndez Robles en el radio de los signos que inventan toda la vitalidad que desarrolla su mente artística. Las cotangentes, las tangentes o los consenos de sus resoluciones trigonométricas equidistantes entre sí, van resolviendo ante nuestra mirada y nuestra apreciación lo que el lenguaje plástico desea ocular esprofeso para que busquemos en su obra como tenemos que vagar para interpretar lo que a veces nuestro corazón quiere decirnos.
En Méndez Robles y en su obra se suscita el fenómeno de lo que puede decirse que se da en el buen artista y que personalmente llamo •• el gobierno de la plástica •• que surge propiamente en la génesis de ese enigma que comienza con el primer brochazo o paletazo-del pintor de casta, la plástica gobierna con una composición de imágenes, líneas y trazos todo un cuerpo universal cuyo lenguaje produce las creaciones más excelsas y dignas de elogio. Pero no sólo buscará una finalidad estérica o la creación de una nueva ética del trazo, nos pasa factura emocional a través de su geometría, espacio, ficción, vida, poesía y realidad que danzan estelarmente en una constelación constante ante nuestra mirada. Son leyes físicas que nos proporcionan conceptos de imágenes, símbolos, líneas y colores de esta obra pictórica creada or Abdías Méndez Robles.
Es arquitecto de la imagen, astrólogo del concepto y cartomántico del símbolo, sus obras son estrellas de rigor geométrico y refinamiento armónico done la ejecución y la propia creación reflexionan en sí mismas, en sus interioridades.
Sus iluminadas perspectivas cromáticas com pacificadores del desempeño materialista de la violencia y de la extinción de nuestro ecosistema se expresan en la ubicuidad del planeta donde nos ha tocado vivir, estas bras arrojan desahogos psicológicos y amplitud de senderos para proseguir un nuevo camino, y no uno trillado, impuesto y desgastado en los sistemas que los sustentan. Es este el mensaje de cada ventana-espacial-cideral, que construye con el andamiaje de pinceles, acrílico, pasteles y óleos Abdías Méndez Robles en su Porta Canvas particular. Como bien dijera en su brillantemente opinión José A. Pérez Ruiz: “Para Abdías el arte es comunicación entre las distintas esferas vitales”. Es esta expresión “summa” y máxima de lo que este artista puertorriqueño ha logrado en las artes plásticas borinqueñas.
Sus explanadas y vaporosas distancias entre una imagen y ora podrán bien confundir al académico del arte como vacíos pictóricos de imágenes no realizadas, y es precisamente un lenguaje poético el que Abdías realiza con toda intención para demostrar los espacios y lugares de la existencia ya afectados por el silencio y la soledad, ya repletos de un vacío harto del sosiego ancestral de un Dios universal que late en cada centímetro. Estos espacios hablan en sonidos de ráfagas a zumbido de abeja.
Conmigo, personalmente, cuando fui a ver su obra me hablaron y percibí el festín visual que causan, el intercambio de ideas que su lenguaje en concordancia vital y constructiva con sus colores: el azul-cielo,mar, Dios, Universo, noche, azul noche de paz transcendente, el amarillo y el naranja (soles) el rojo vehicular que nos lanza fuera de nuestros mismos sentidos en la búsqueda de otras existencias-futuras, pasadas, irreconocidas, conocidas y por conocer.
Sus obras ;todas y cada una de ellas! tienen ese sentido del azul espacial que se vuelca detrás del zenit y la manifestación de las dos estrellas Venus y Mercurio cuando en su impronta luminocente anuncian la nueva tarde.
La obra “The Window to the Eternity” (1996) sobre el tema y homenaje de la muerte de su padre está invadida por esos personajes mágicos-hijos de lo esotérico-poético de la concepción vital del universo de Abdías. Toda la composición del tema del tiempo se encuentran allí como el Dios perenne Cronos en la imagen del Reloj de Arena ¿Borgiano? ¿De cuenca cósmico? Como una especie de “by pass” en el medio dividiendo lo material telúrico de lo espiritual cósmico, que a la postre se une en ese devenir-devorar del done, el como y el cuando. Al fondo de ese reloj el artista indica el día del cambio de su padre -el viaje a lo eterno- con el dato: 8/24/96 bien de la época, muy digital (como apretada por el dedo en el teclado de una computadora, que cronológicamente nos ha concedido el propio Cronos para llevar el conteo) ¿De la muerte, o de la trascendencia?
Mujer en Meditación - muy modiglianezca. El juego geométrico -estético del artista, en done las líneas definidas y preponderantes dan la impresión de un ejercicio esquematizantemente plástico en el que la creatividad prepondera en la propia forma, como si este último fuera la solidez de todo el espacio. El amarillo de fondo le proporciona aún más fuerza a la composición lineal. La personifica haciéndola vitalmente vibrante. Las líneas que trazan su rostro alargado hacen de esta mujer en meditación la Mater “Mutatis Mutandis” de una nueva proposición plástica en toda su obra: un neo estructuralismo de la línea fuerte, que se abstrae de lo evidentemente figurativo tradicional. El ser drama de la vida; Establece con el color rojo que nos viene de las pintadas máscaras y columnas de la Grecia antigua, un juego irónico sobre la comedia y tragedia en nuestras vidas. Retrotrae la imagen de las máscaras (simbología de lo eterno en lo cotidiano), son tres las máscaras, no dos. La columna griega al fondo, en casi un último plano de la obra, es el fundamento del drama de la vida en el drama del teatro, en la comedia y la tragedia: La letra T es Tragedia, pero también es la T de Trilogía. La comedia yace y subyace en los sólidos de las máscaras, mientras la tragedia en medio de las comedias, es justo el equilibrio para que el hombre sea (éxito) esa es la lectura que MéndezRobles nos presenta.
Dra. Beatriz M. Santiago Ibarra
Escritora
Curadora exposición Enigmas
Coordinadora General Bienal de San Juan, 2000
Instituto de Cultura Puertorriqueña
Aunque admiré y admiro lo enigmático, lo esotérico, aún más lo hermético, Abdías Méndez Robles, es un artista puertorriqueño que nace y crece en una Isla Caribeña y que por condición de ser caribeño su disciplina en relación a la calcotécnica se elabora en la filosofía del color isleño, de líneas que trazan el ciclo nuestro, consistentemente teorizando, primero, y luego plasmando la manifestación de las esplendorosas cualidades latentes en todos los objetos y sujetos que pueden percibirse en su integridad. En esa armonía límpida y en ese splendor es en donde va construyendo, la armadura de una expresión enigmática que encubre secretos muy dificiles, pero verídicos, del hombre y de las cosas que le rodean. Las interrogantes que se desprenden de esa simbología, que vamos desentrañando poco a poco, ser paradigmas de lo que los hombres y mujeres nos preguntamos a diario. ¿ Qué sucede en la mente de la gente ? ¿Qué es todo ésto llamado existencia, y si la verdad fuera otra? No es fácil su lenguaje plástico al ojo (lo ocular humano) porque lo que son los personajes, tipo “round characters” de la literatura inglesa, y no los “flat character”, es lo que son estos sentidos a su lenguaje, su impresión pictórica en general es lenguaje de conciencia y de inconsciencia, basado en una gramática transcendental que va más allá de lo espiritual, pero se va uniendo hasta formar una estructura de contactos donde la acción y el movimiento que producé las imágenes tipo trapezoidal, calculadas por Méndez Robles en el radio de los signos que inventan toda la vitalidad que desarrolla su mente artística. Las cotangentes, las tangentes o los consenos de sus resoluciones trigonométricas equidistantes entre sí, van resolviendo ante nuestra mirada y nuestra apreciación lo que el lenguaje plástico desea ocular esprofeso para que busquemos en su obra como tenemos que vagar para interpretar lo que a veces nuestro corazón quiere decirnos.
En Méndez Robles y en su obra se suscita el fenómeno de lo que puede decirse que se da en el buen artista y que personalmente llamo •• el gobierno de la plástica •• que surge propiamente en la génesis de ese enigma que comienza con el primer brochazo o paletazo-del pintor de casta, la plástica gobierna con una composición de imágenes, líneas y trazos todo un cuerpo universal cuyo lenguaje produce las creaciones más excelsas y dignas de elogio. Pero no sólo buscará una finalidad estérica o la creación de una nueva ética del trazo, nos pasa factura emocional a través de su geometría, espacio, ficción, vida, poesía y realidad que danzan estelarmente en una constelación constante ante nuestra mirada. Son leyes físicas que nos proporcionan conceptos de imágenes, símbolos, líneas y colores de esta obra pictórica creada or Abdías Méndez Robles.
Es arquitecto de la imagen, astrólogo del concepto y cartomántico del símbolo, sus obras son estrellas de rigor geométrico y refinamiento armónico done la ejecución y la propia creación reflexionan en sí mismas, en sus interioridades.
Sus iluminadas perspectivas cromáticas com pacificadores del desempeño materialista de la violencia y de la extinción de nuestro ecosistema se expresan en la ubicuidad del planeta donde nos ha tocado vivir, estas bras arrojan desahogos psicológicos y amplitud de senderos para proseguir un nuevo camino, y no uno trillado, impuesto y desgastado en los sistemas que los sustentan. Es este el mensaje de cada ventana-espacial-cideral, que construye con el andamiaje de pinceles, acrílico, pasteles y óleos Abdías Méndez Robles en su Porta Canvas particular. Como bien dijera en su brillantemente opinión José A. Pérez Ruiz: “Para Abdías el arte es comunicación entre las distintas esferas vitales”. Es esta expresión “summa” y máxima de lo que este artista puertorriqueño ha logrado en las artes plásticas borinqueñas.
Sus explanadas y vaporosas distancias entre una imagen y ora podrán bien confundir al académico del arte como vacíos pictóricos de imágenes no realizadas, y es precisamente un lenguaje poético el que Abdías realiza con toda intención para demostrar los espacios y lugares de la existencia ya afectados por el silencio y la soledad, ya repletos de un vacío harto del sosiego ancestral de un Dios universal que late en cada centímetro. Estos espacios hablan en sonidos de ráfagas a zumbido de abeja.
Conmigo, personalmente, cuando fui a ver su obra me hablaron y percibí el festín visual que causan, el intercambio de ideas que su lenguaje en concordancia vital y constructiva con sus colores: el azul-cielo,mar, Dios, Universo, noche, azul noche de paz transcendente, el amarillo y el naranja (soles) el rojo vehicular que nos lanza fuera de nuestros mismos sentidos en la búsqueda de otras existencias-futuras, pasadas, irreconocidas, conocidas y por conocer.
Sus obras ;todas y cada una de ellas! tienen ese sentido del azul espacial que se vuelca detrás del zenit y la manifestación de las dos estrellas Venus y Mercurio cuando en su impronta luminocente anuncian la nueva tarde.
La obra “The Window to the Eternity” (1996) sobre el tema y homenaje de la muerte de su padre está invadida por esos personajes mágicos-hijos de lo esotérico-poético de la concepción vital del universo de Abdías. Toda la composición del tema del tiempo se encuentran allí como el Dios perenne Cronos en la imagen del Reloj de Arena ¿Borgiano? ¿De cuenca cósmico? Como una especie de “by pass” en el medio dividiendo lo material telúrico de lo espiritual cósmico, que a la postre se une en ese devenir-devorar del done, el como y el cuando. Al fondo de ese reloj el artista indica el día del cambio de su padre -el viaje a lo eterno- con el dato: 8/24/96 bien de la época, muy digital (como apretada por el dedo en el teclado de una computadora, que cronológicamente nos ha concedido el propio Cronos para llevar el conteo) ¿De la muerte, o de la trascendencia?
Mujer en Meditación - muy modiglianezca. El juego geométrico -estético del artista, en done las líneas definidas y preponderantes dan la impresión de un ejercicio esquematizantemente plástico en el que la creatividad prepondera en la propia forma, como si este último fuera la solidez de todo el espacio. El amarillo de fondo le proporciona aún más fuerza a la composición lineal. La personifica haciéndola vitalmente vibrante. Las líneas que trazan su rostro alargado hacen de esta mujer en meditación la Mater “Mutatis Mutandis” de una nueva proposición plástica en toda su obra: un neo estructuralismo de la línea fuerte, que se abstrae de lo evidentemente figurativo tradicional. El ser drama de la vida; Establece con el color rojo que nos viene de las pintadas máscaras y columnas de la Grecia antigua, un juego irónico sobre la comedia y tragedia en nuestras vidas. Retrotrae la imagen de las máscaras (simbología de lo eterno en lo cotidiano), son tres las máscaras, no dos. La columna griega al fondo, en casi un último plano de la obra, es el fundamento del drama de la vida en el drama del teatro, en la comedia y la tragedia: La letra T es Tragedia, pero también es la T de Trilogía. La comedia yace y subyace en los sólidos de las máscaras, mientras la tragedia en medio de las comedias, es justo el equilibrio para que el hombre sea (éxito) esa es la lectura que MéndezRobles nos presenta.
En general cada una de estas obras es un universo telúrico -espacial que nos lleva traslapadamente a diversos planos de la vida. Los famosos rayos de luz de MéndezRobles, consecuentes en toda su obra “leit-motifs” interceptan todos los planos de la superficie de su obra. En la obra Furia y Fortaleza son bien significativos, pues aluden al pensamiento último del artista. Son indicadores, por ejemplo convirtiéndose el rayo superior en flecha verde y roja que señala a la tierra. A lo puertorriqueño. En Por ti Siempre firme. Aquí la poesía plástica se geometriza en la línea de los rayos. Ese Quijote representado en la iridiscencia del color azul al igual que la luz es una parte del todo Cervantino. Es el yo nuestro quijotesco y espacial. La vía láctea y las galaxias podrán ser como el camino de la Mancha. Lo constante en la estructura del Quijote su figura escuálida, la barba, el casco que parece un capirote, la eterna lanza y el escudo. !todos! tan escuálidos como él, pero firmes. El artista al reestablecer el símbolo remitifica la idea.
La inocencia atrevida de MéndezRobles definitivamente se encuentra en su obra Inocencia (1997) Retrato de la niña cuyos senos en la perspectiva geocéntrica se traslucen en un triángulo, símbolo de la pirámide iniciática, fecundidad donde se inician las grandes conciencias fecundas, los ascendidos. El tema de la inocencia como iniciativa, y el artista maestro graduado de toda inocencia prolifera. El detalle de la cajita negra debajo de la figura (esas cajitas negras constantes de MéndezRobles son especies de cajitas chinas o pequeños Alephs borgianos o “black holes” universales). Señalizaciones son de lo esotérico-hermético trascendental que terminan enigmatizando el propio enigma.
Encuentro (1998) obra inspirada por la Casa de la Cultura Vegabajeña, Museo Casa Alonso demuestra una Casa Alonso vacía-yerma antes de la entrada de su Directora Nilda Quirindongo, que es la que hace la luz del lugar. Es ella la personificación del encuentro para el pintor, ese encontrarse el vacío (sentido de lo vacuo que espera ser llenado) y la llenura que esta gran mujer le da, haciendo que la propia casa encuentre su razón en ella misma. Es una simbología similar la que utiliza en su obra Universitum Absoletum Neccesaritum- la obsoleta pero necesaria universidad. Se refiere a la Universidad de Puerto Rico. Emanan de ambas obras una lectura de serena y delicada poesía, claramente inspirada por un siempre enarbolado y aparente discreto simbolismo del artista. Excelente mordacidad poseen los mensajes de MéndezRobles.
Abdías Méndez Robles entra con su bitácora pictórica de vivido Siglo XX al pórtico del Siglo XXI !Triunfante! al hallar en su equipaje artístico incrustaciones geométricas espaciales en una línea punzante entre lo eterno y lo finito con ese concepto siempre de la infinitud de lo posible cuando incursiona en el arte (a las Artes Plásticas) como la recurrencia percé para explicarnos y entendernos a nosotros mismos, en ese universo nuestro, odisea espacial del alma. Encontrarse con Abdías y su obra es estar perdidos en el espacio. Definitivamente el de él que es el nuestro, evidentemente, microcosmos universal, macrocosmos puertorriqueño, no al revés.
Encuentro (1998) obra inspirada por la Casa de la Cultura Vegabajeña, Museo Casa Alonso demuestra una Casa Alonso vacía-yerma antes de la entrada de su Directora Nilda Quirindongo, que es la que hace la luz del lugar. Es ella la personificación del encuentro para el pintor, ese encontrarse el vacío (sentido de lo vacuo que espera ser llenado) y la llenura que esta gran mujer le da, haciendo que la propia casa encuentre su razón en ella misma. Es una simbología similar la que utiliza en su obra Universitum Absoletum Neccesaritum- la obsoleta pero necesaria universidad. Se refiere a la Universidad de Puerto Rico. Emanan de ambas obras una lectura de serena y delicada poesía, claramente inspirada por un siempre enarbolado y aparente discreto simbolismo del artista. Excelente mordacidad poseen los mensajes de MéndezRobles.
Abdías Méndez Robles entra con su bitácora pictórica de vivido Siglo XX al pórtico del Siglo XXI !Triunfante! al hallar en su equipaje artístico incrustaciones geométricas espaciales en una línea punzante entre lo eterno y lo finito con ese concepto siempre de la infinitud de lo posible cuando incursiona en el arte (a las Artes Plásticas) como la recurrencia percé para explicarnos y entendernos a nosotros mismos, en ese universo nuestro, odisea espacial del alma. Encontrarse con Abdías y su obra es estar perdidos en el espacio. Definitivamente el de él que es el nuestro, evidentemente, microcosmos universal, macrocosmos puertorriqueño, no al revés.